Minuto a minuto vamos a perdernos,
piérdete conmigo en el correr del tiempo,
en las manecillas del reloj sin cuerda,
en esa fina arena que cae sin parar.
Perder los sentidos pegado a mi cuerpo,
perder la conciencia, sí, perder o ganar.
Segundo a segundo vamos a vivirnos,
vamos a encontrarnos en el mismo sueño,
en esa aguja erguida del reloj de sol,
que se vuelve oscuro cuando hay que soñar.
Reloj de pulsera que no tiene dueño,
o aquel que se alarma, cuando debo esperar.
Vamos a sentirnos por horas y horas,
perder días y días con cada pasión, y...
¡que importa si un sueño me detiene el tiempo!
lo que importa es si el sueño lo detengo yo.
Carmen Martagón ©
vamos a encontrarnos en el mismo sueño,
en esa aguja erguida del reloj de sol,
que se vuelve oscuro cuando hay que soñar.
Reloj de pulsera que no tiene dueño,
o aquel que se alarma, cuando debo esperar.
Vamos a sentirnos por horas y horas,
perder días y días con cada pasión, y...
¡que importa si un sueño me detiene el tiempo!
lo que importa es si el sueño lo detengo yo.
Carmen Martagón ©
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